Cuento No. 1
En algún momento, no se donde, escuche que una de las razones por las que las cebras eran ralladas, era por que usaban esta característica como medio de defensa, pues en una manada, resultaba particularmente difícil para el predador individualizar una presa para atacar.
La historia es la siguiente: Esta semana, me vi en la necesidad de ir a al centro de la ciudad en horas de la mañana, y por haberme puesto a tomar un bus que no sabia, (del que no me baje por que me gusto la música y por ende en el que pase mas de una hora. Tema para otro Post) termine caminando en medio de un sin fin de mancitos que salían de clase en una institución educativa de la ciudad. Y me sentí como el león observando la manda de cebras.
Primero, por que definitivamente no he podido averiguar, que carajos comen los niños de ahora, que son tan lindos. Me sentía como diabético en el Astor, el sin fin de ejemplares para elegir, y Yo absolutamente imposibilitado para tomar nada.... :'( Si este es uno de los efectos colaterales de los alimentos transgenicos. Creo que mi nuevo ídolo es el señor John Francis Queeny.
El otro factor que acentuó la sensación de león en medio de un mar de rallas; pues en un momento me vi rodeado por un sin fin de figuras, altamente apetitosas, pero casi imposibles de diferenciar. Era tal el grado de uniformidad que me sentí abrumado. No me resultaba fácil diferenciar a uno de otro.
Tal vez es mi falta de habito, o mi falta de interés por el ultimo grito de la moda, pero ver a todos estos manes practicamente uniformados, sorprendió. Yo soy mas bien desaliñado y pocas veces soy consiente de la ropa que traigo, razón por la cual no me había percatado que los ahora los hombres van todos casi exactamente vestidos.
Cosa que me parece curiosa, pues según se, (Desde esta esquina reducida del mundo y confesándome plenamente ignorante) uno de los principales factores que busca la moda, es convertirse en un elemento diferenciador. Es mas, entendía que parte del valor agregado que brindan las grandes casa de alta costura, era efectivamente la exclusividad de sus diseños.
En este instante me encuentro en un ponto un tanto contradictorio, de un lado y como escribí hace algún tiempo, la posibilidad de ser un X me resulta altamente gratificante. Pero no creo que sacrificaría mi individualidad por alinearme a una tendencia determinada. De pronto y no lo niego, la formación recibida en la U me haga valorar especialmente la diferencia y la riqueza que representa, pero no me acabo de pasar el hecho de uniformarme al ultimo grito de la moda.
Cuento No. 2
Resulta, que como termino siendo tan simplón, un día, una amiga quería ver como me vería yo precisamente vestido bien Metro el cuento es que una tarde sin mucho que hacer, efectivamente procedió y me vistió. nos reímos mucho. A todas estas tomo el cel y me tomo varias fotos. En principio todo quedo ahí.
Resulta que un día, la hermana de mi amiga, tomo el cel y vio las fotos; es de anotar que esta nena nunca antes me había visto, pero el cuento es que le guste con la pinta Metro.
A raíz de esta situación, me surgió una duda, si esta nena me hubiese visto con mi facha normal ¿le gustaría igual?. Con esto en mente me puse a analizar a los mancitos que me gustan y me percate, que si bien no es mi interés andar al ultimo grito de la moda, mas de uno de los sujetos en cuestión no me gustaría tanto si los hubiese visto en pinta de bola de mugre .
En ultimas, los estándares que nos impone los medios, resultan altamente determinantes en nuestros gustos. Un tiempo atrás las tendencias tan de los 80, que actualmente se encuentran en furor resultaban exclusivas de tribus urbanas bien definidas y por decirlo de algún modo excluyentes; pero hoy, resultan el nuevo modelo.
Si se preguntan por que tanta actividad en este espacio, pues resulta que al pc de la oficina se le quemo la board y por dos dias no pude trabajar.